El amor, la muerte, la locura, la mujer, el hombre, el padre, la madre, el hijo. Díptico de los padres es una obra hecha de dos obras. Una para el padre, otra para la madre. A las dos las escribe el hijo. Sería difícil distinguir cuál es cuál. Entre las dos componen una puerta giratoria. Las escribió porque sabe que se van a morir pero no sabe si está preparado para despedirlos. Los despide en vida para encontrar nuevas maneras de amarlos y encuentra nuevas maneras de amarlos para despedirlos. En esa búsqueda, transita bordes complejos de su estabilidad mental. Se pregunta sobre la salud, la psicosis, el suicidio y también sobre el deseo de estar vivo. La verdad es que las escribió para reinventarse a sí mismo. También es cierto que fracasó en el intento.
Dirección y dramaturgia: Gustavo Kreiman