¿Qué hacer con un monstruo? Tocar es ser tocado, tocar implica ser tocado por lo que tocás. ¿Es posible anticiparse a los impulsos de un monstruo? ¿Es posible domesticarlos? ¿En dónde estaban esos monstruos antes? ¿A dónde van a estar mañana? ¿Será posible devorarlo antes que nos devore? ¿Podemos hacerlo sin transformarnos en uno?
Tocar un monstruo viaja a través de la tierra, el río y el aire, atraviesa distintas clases sociales, recorre liceos, cooperativas de vivienda, hoteles y guarderías, para intentar comprender el horror. Intenta remontarse al origen de lo terrible pero siempre llega tarde, porque por más temprano que llegue a cualquier parte, el monstruo ya ha nacido. Ahora, en este preciso instante, ¿qué monstruo estará dando a luz el mundo?
Dahiana Méndez y Carla Moscatelli componen y se descomponen con su actuación, entre más de 12 personajes distintos, planteados por la última obra escrita por Gabriel Calderón. La propuesta pone el foco en el corazón poético de lo teatral: el relato y lo monstruosa que puede llegar a ser una actuación cuando se vuelve un procedimiento crítico y sensible para reflexionar sobre lo humano.