En un viaje sonoro que fusiona pop, electrónica y baladas emocionales, la artista despliega once canciones confesionales donde explora heridas, vínculos y vulnerabilidades bajo una mirada cruda y luminosa. Con una propuesta estética potente y una narrativa personal sin filtros, Ángela invita al público a sumergirse en un universo emocional propio, marcando un renacer artístico que la confirma como una de las voces más fuertes del pop actual.